El carisma, el estilo específico de su misión siguen siendo un punto de referencia preciso, una luz para nuestro trabajo de hoy.
Nuestra Familia colabora en la Pastoral de la Iglesia con un espíritu marcadamente “rosselliano”.
El “Buen Pastor” de nuestra pastoral sigue siendo Jesús, camino, verdad y vida, modelo por excelencia al que deben configurarse los Pastores y cuantos en la Iglesia trabajan por la construcción del Reino. de Dios.
La Pastoral Rosselliana, que abarca tres grandes dimensiones: educativa/escolástica, salud/bienestar, familia y misión ad gentes (misión), se desarrolla constantemente en la línea de principios doctrinal-carismáticos y valores de vida.
El ejercicio de las tres pastorales se presenta con la característica de una nueva apertura que exige la responsabilidad y el compromiso de cada miembro de la FmR más allá de la especialización profesional.
En efecto
La acción educativa está dirigida a la totalidad del hombre en cada etapa y condición de la vida y toda relación humana puede y debe convertirse en un momento educativo.
La acción sanitaria es un compromiso no sólo de quienes trabajan en los centros asistenciales hospitalarios, sino también de quienes, fuera de ellos, prestan un servicio a la vida, educando a las personas para reconocer su valor, fomentando su aceptación, promoviendo su sano desarrollo y su dignidad.
La pastoral familiar es estrictamente complementaria de la pastoral educativa y sanitaria. El “servicio” a la persona individual nunca se cumpliría plenamente si no se extendiera pastoralmente a la familia, célula vital de toda sociedad y, en consecuencia, a la parroquia (con la catequesis), a la sociedad, a la “misión en general (entre otras cosas). y ad gentes)